En 2015, previa a la aprobación por la Asamblea General de la ONU de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en una declaración conjunta el FMI y los Bancos Multilaterales de Desarrollo declaraban: “Alcanzar los ODS requerirá movernos desde los billones a los trillones en recursos financieros. El cambio de paradigma nos exige un marco de financiación de muy amplio espectro capaz de canalizar todo tipo de recursos e inversiones, públicas y privadas, a nivel nacional y a nivel global”.